El perro mira su sombra,
Un neumático rompe el silencio.
Hoy el sol está empañado,
Una cabellera se desliza por la banqueta
Y su dueña camina de prisa.
¡Oh, perro! ¡Oh, sombra!
El día camina en unos minutos
Sobre el pavimento
Lleno de dudas,
Frente a un reloj
Indiferente
Se derrama en segundos
Con cierta amargura,
Así transcurre un día.
Podríamos estar en marte,
Venus, pero no la tierra.
¿Qué es la tierra?
¡Oh, perro! ¡Oh, sombra!
¡Oh, perro! ¡Oh, sombra!
Desde arriba y sin mojarse un dedo,
Hipnotizados por el oleaje,
Arrastrándose hasta las orillas
Se hallan los pensamientos
De los otros, los testigos.
¡Oh, perro! ¡Oh, sombra!
Confuso bullicio de la eterna ciudad;
Un grito, un ladrido, un auto,
Una melena muda escapándose,
Una sombra de mujer herida por el tiempo.
¡Oh, sombra! ¡Oh, perro!