Toda mi vida he visto pasar trenes
puedo recordarme jugando en los andenes
por eso nunca tuve ninguno de juguete
eran suficientes los que había en frente
trenes como topos dentro de la noche
llenaban el sueáo de rumbos sin nombre
y en la madrugada chirriaban las vías
cuando se arrastraba el tren de mercancías
trenes del domingo que llevan a la playa
bajo la sombrilla chorizo y empanada
tren de los que marchan tren de los que vuelven
trenes de madera sobre un prado verde
dejando una estela de uno a su paso
como borreguitos de algodón tan blando
que se iban al cielo buscando el abrazo
de nubes que pasan sin hacerles caso
el tren que una noche me llevó tan lejos
era tan veloz que se llamaba expreso
los trenes a veces no tienen misterio
huelen a comida y sudores viejos
tren de los fracasos y las despedidas
que una madrugada se llevó a Delfina
aún cielo sin trenes a un limbo sin vías
con su colorín todo y su banderita
trenes de soldados con rumbo a Castilla
todos asomados por las ventanillas
algunos miraban ojos vidriosos
quizá fuera el humo o la de carbonilla
trenes con ovejas balando su espanto
cerdos que gruáían gallinas caballos
para aquellos trenes nunca había prisa
se quedaban horas en alguna vía
mi padre por cierto era ferroviario,
hijo de la guerra vencido humillado
y en el tren de Oviedo por todos los santos
iba de su mano a dejar un ramo
en la fosa común donde estaba enterrado
su padre y mi abuelo por republicano
y el viaje de vuelta leía el jabato
mientras él miraba un punto muy lejano
mi padre por cierto era ferroviario
y a mi de pequeáo me hubiera gustado
ponerme la gorra agarrar el silbato
y con la bandera dar salida al talgo
mi padre por cierto era ferroviario