Voy arrastrando mi cuerpo cansado en un mar de mentiras
Y así se apaga la llama que enciende la sinceridad
¿Por qué callar lo de adentro si quema la verdad?
Para ceder ante un mundo que es tan superficial
Prefiero siempre un corazón sincero
Y me pregunto cada vez que pienso
Si lo que quiero se muere en el intento
¿Cuál es la sal que nos invita a avanzar?
No se conoce la gente por lo que siente en realidad
¿Sos vos? ¿Quién sos?
¿Por qué ocultamos lo que sentimos para encajar?
Ya hemos adaptado la risa a la vulgaridad
Prefiero siempre...
Es tan vulgar, es tan banal la costumbre que adoptamos
Y así estamos condenados a apartarnos tarde o temprano
La actualidad, no es la expresión de la esencia que guardamos
¿O es que la esencia esta enferma y extiende su mal?