Un fiscal entrenado por el gobierno para condenar a inocentes y un falso profeta que busca causar pánico colectivo tienen un objetivo común lo primero es que juegan con la Biblia como si eso fuera un chiste luego pretenden manipular y controlar
Ambos utilizan sus palabras como armas para destruir vidas y reputaciones
El fiscal puede enviar por tiempo indefinido a una persona inocente a prisión con sus argumentos persuasivos mientras que el falso profeta puede llevar a la multitud al caos con sus predicciones apocalípticas pero falsas
Recuerda que la verdad se esconde detrás de sus palabras y la justicia no siempre se encuentra en sus sentencias y profecías
Cuidado con los discursos que escuchas porque pueden ser tan engañosos como destructivos
Recuerda que la información te hace libre porque es poder mientras que la ignorancia te hace esclavo
Toskany
Sigo Firme