A veces no puedo figurar tu rostro,
No te hallo no te encuentro,
No te puedo armar
Sin embargo,
Me acuerdo de tus manos en mis piernas
Y mis manos en tu pelo,
Nuestras caras fusionadas
Y las yemas de tus dedos que acarician,
El contorno de mi cuerpo dando una conspiración,
De a dos.
Y se acerca, el momento en que te encuentro,
Y se arma en el silencio,
Cada nota en su lugar.
Ya no importa figurarte o saber si te encontré,
Si descansan nuestros cuerpos ante el mundo y el ayer.
Y enlazarme entre tus piernas, forma toda una ilusión
De un contorno que es ficticio cuando trata de fusión.
A veces, no quiero figurar tu rostro.
Solo acostarme entre tus piernas y dejar de hablar.
Escuchando tres agujas en la cama
Y mirando los carteles que atraviesan la ciudad.
Ya no importa figurarte o saber si te encontré,
Si descansan nuestros cuerpos ante el mundo y el ayer.
Y enlazarme entre tus piernas, forma toda una ilusión
De un contorno que es ficticio cuando trata de fusión.