A todas aquellas humanas que luchan la vida
Y que no acatan ser dominadas ni ejercer dominación
Ellos que ejercieron la matanza y el miedo
Ellas que ejercieron la balanza para mandar su juego
Algunos jugaron a ser fuertes caballeros
Algunas jugaron con su cuerpo a ser bellas
Hay los que omitieron ser arma en la codicia
Hay las que omitieron ser parte de la partida
Cansadas de andar consumiendo silencio
Cansados de andar como sin ningún lamento
Hartas de ser doncellas, despojadas del deber de hacerse fuertes
Hartos de ser soldados, despojados del derecho a sentir miedo
Ellas alejadas de la mesa del Parlamento
Ellos alejados de la mesa del hogar y el fuego
Cuántas perseguidas por la ley de los prejuicios
Cuántos perseguidos por la ley de sentencias sin jucio
Proyectadas a ser víctimas del celo
Proyectados a estar en continuo celo
Hartas de ser doncellas, despojadas del deber de hacerse fuertes
Hartos de ser soldados, despojados del derecho a sentir miedo
En un historia donde falta la narración del pueblo
Se roba quien somos para decirnos quién fuimos
Para decir quién seremos
Ni ellos ni ellas, seres humanos
Los que andan pisando y los que piensan andando
Ni ellas ni ellos, personas humanas
Las que andan pisando y las que piensan andando
Dime si piensas andando...