Érase un príncipe encerrado en una torre
Y una princesa que jugaba con espadas.
Su pasatiempo era matar dragones
Y mandar a la mierda a quien la molestara.
Muchos valientes se batieron el cobre
Dando su vida en vano por la del monarca.
A la princesa le daban la tabarra
Y si accedió fue sólo porque se callaran.
Rescató al príncipe y de ella se enamoró.
Había perdices para celebrar la unión.
Qué día más triste, verás lo que pasó,
Al preguntarle el cura,
Ella dijo que no.
Érase un reino controlado por macarras
De poca monta pero bien recomendados.
Acostumbrados a pasarse con las rayas
Pues desde que eran niños están colocados.
Un grupo de princesas cambiamos las faldas
Por combatir la herencia de estos trasnochados.
Panda de gallos pavoneándose en manadas.
No nos queda otra opción que cortarles el rabo.
Ya no quedan princesas
En fantásticos mundos.
Ese género absurdo que cuenta
Que a medianoche se acaba el cuento
Salvo que un príncipe
Nos venga a rescatar.
Érase...
Érase y ya no.
Rescató al príncipe y de ella se enamoró.
Había perdices para celebrar la unión.
Qué día más triste, verás lo que pasó,
Colorín colorado,
Yo le dije que no.
Érase...
Érase y ya no.