Caminaba sin rumbo por la vida
Sola y triste, cansada de luchar
Todo era oscuridad era hastío
Todo era soledad era vacío
Cuando estaba ya perdida
Sin deseos de luchar
Llegaste Tú Señor
Y tu luz me transformó
Jesús cual río en mi desierto
Veniste a regar mi soledad
Tú has cambiado mi dolor por alegría
Me enseñaste a creer
Me enseñaste a amar
Hoy Señor mis penas te has llevado
En tus brazos puedo descansar
Mi corazón tú has sanado
La herida del rencor cicatrizó
Mi vida es sólo tuya
Sólo anhelo conocer
Tu camino y verdad
Para amarte más y más