Dicen que le vieron allí
Ocultando su rostro tras un velo
Que miraba hacia el suelo
Mientras desclavaban de la cruz el cuerpo de Jesús
Que era el mismo que gritaba crucifícale
Y que era el mismo al que Jesús un día sanó y perdonó
Dicen que era el mismo que ayer
En sus manos un látigo tomaba
Y brutalmente le azotaba
Y corona de espinas en su frente colocó
Que más tarde lo condujo hasta el calvario
Que era aquel que le insultó y en la mejía le golpeó
Y que al llegar a la cima
Despojó de sus vestidos a Jesús
Y los dio a los soldados para que los sortearan
Y entre burlas y entre risas lo empujó sobre la cruz
Y que sus pies y sus manos
Al madero bruscamente los clavó
Se tiñeron sus manos con la sangre de Cristo
Y que en es mismo instante de rodillas cayó
Dicen que ya casi sin vida
El Señor le miraba tiernamente
Abrió sus labios suavemente
Padre no sabe lo que hace oh perdónale exclamó
De repente el cielo se cubrió de oscuridad
Tras un último suspiro Jesucristo expiró
Y que tomó entre sus manos
Una lanza que clavó en su corazón
Y que de aquella herida brotaron sangre y agua
Que limpiaron de pecado su manchado corazón
Yo sólo yo fui culpable
Yo fui aquél que lo condujo hasta la cruz
Y su amor fue tan grande que hasta quiso entregarse
Aún sabiendo que su juez y su verdugo fui yo