Yo no te pido mi Señor ni riquezas ni la fama
Sólo te pido un corazón que se parezca al tuyo
Que no se quiebre ante el dolor
Que sea humilde que se manso
Que sea capaz de dar amor
Y de morir por sus amigos
Dame Señor un corazón de siervo
Un corazón de niño
De pobre y de mendigo
Un corazón un corazón atento
Un corazón que escuche
Tu voz en el silencio
En el silenciio
Yo no te ofrezco mi Señor sacrificios ni oblaciones
Sólo te ofrezco un corazón para que lo transformes
Como a vasija rómpelo
Toma el barro y hazlo de nuevo
Y con tu Sangre límpialo
De todo el odio y del pecado