Sin soledad no hay compañía
Porque es allí donde se encuentra
La mano amiga
Y el dulce abrazo de un Dios
Que me ama tanto tanto
Si no hay dolor si no hay quebranto
Se llena el alma
De amargura y decepción
Sin noche oscura no hay luz del día
Sin una cruz
No hay resurrección
Bendita herida que aún me sangra
Bendito llanto sanador
Bendita prueba que tiempla el alma
Y que me lleva a los pies del Señor
Cuando me siento casi sin fuerzas
A punto ya de desmayar
Jesús me toma entre sus brazos
Y me conduce hacia la libertad
En los momentos de tentaciones
Mi carne es débil y me hace caer
Siento su mano que me levanta
Que me perdona
Y me hace de nuevo vencer
Si la nostalgia toca a mi puerta
Y los recuerdos se agolpan en mi mente
Desesperada le busco siempre
Y Él me escucha tan pacientemente