Despertó con la sensación
de sentir otro corazón.
Se apartó, pudo reaccionar.
Le cortó con su espada en dos.
La obsesión por una traición.
La ansiedad que le quiere ahogar.
Siempre fue mercenario cruel,
que sirvió al mejor postor.
Sin Ley
Para otros robar
Quemar
La tierra de otros
Luchar
Por otros sangrar
Sin Dios
Matar a morir
No hubo rey a quien respetar.
Ni mujer a quien no violar.
Decidió no tener piedad.
Destacó entre los demás.
[Letra y música: Jerónimo Ramiro]