Golpearon la puerta de la humilde casa,
la voz del cartero muy clara se oyó,
y el pibe corriendo con todas sus ansias
al perrito blanco sin querer pisó.
"Mamita, mamita" se acercó gritando;
la madre extraáada dejo el piletón
y el pibe le dijo riendo y llorando:
"El club me ha mandado hoy la citación."
Mamita querida,
ganaré dinero,
seré un Baldonedo,
un Martino, un Boyé;
dicen los muchachos
de Oeste Argentino
que tengo más tiro
que el gran Bernabé.
Vas a ver que lindo
cuando allá en la cancha
mis goles aplaudan;
seré un triunfador.
Jugaré en la quinta
después en primera,
yo sé que me espera
la consagración
Dormía el muchacho y tuvo esa noche
el sueáo más lindo que pudo tener;
El estadio lleno, glorioso domingo
por fin en primera lo iban a ver.
Faltando un minuto están cero a cero;
tomó la pelota, sereno en su acción,
gambeteando a todos se enfrentó al arquero
y con fuerte tiro quebró el marcador.