Será tal vez porque soy pobre, muy pobre,
que eres así con mi cariáo sincero,
sin comprender que mi riqueza del alma
también es oro que yo te ofrezco.
Tal vez tu amor sólo persigue grandezas
para adornar tanta belleza sin alma.
Todo es igual, como aquel cuento que dice,
de los amores de una rosa y un clavel.
Un clavelito triste vivía
por uno rosa se consumía,
pero la rosa coqueta y mala
a una estrellita chiquitita solo amaba.
Pasa en la vida, como en las flores,
todos tenemos penas y amores,
la misma pena del clavelito
por tu desprecio siento aquí en el corazón.
Era un jardín todo cubierto de flores,
con su jazmín y margaritas muy blancas,
con un clavel entre rojizos malvones,
con azucenas, rosas y dalias.
Y en el jardín enamorada vivía
la rosa té de una estrellita lejana
sin comprender que el clavelito la amaba
y suspiraba de tristeza por su amor.