Su amor,
como el agua entre los dedos
ya lo siento que se va...
Su amor,
porque sé que de perderlo
siento y algo más...
Qué angustia, que terror,
que duele hasta sangrar
lastima sin piedad mi vida.
No sé
qué se sufre en el infierno
pero debe ser igual...
Martirio
es pensar que de mi vida
más se aleja cada día
cada día más y más...
Suplicio,
es tenerla aquí presente
y saberla tan ausente
si comprendo que se va...
Si ahora
que la tengo sufro tanto
sabe Dios qué enorme espanto, sentiré,
cuando no la tenga más.
Mi amor,
es más fuerte cada día,
cada vez la quiero más...
Su amor,
cada vez está más frío,
sin ternura, ni ansiedad...
Qué pena tan brutal,
tormento sin final
clavado tengo aquí en el alma.
No sé,
qué se sufre en el infierno
pero debe ser igual.