Que el teatro sea mi ataúd
El clamor de la gente mi mortaja
Y los últimos compases de la música
Sean mi epitafio
Quiero sentir hasta la muerte
La alegría de cumplir mi cometido
Porque encontré tarde el camino
Y ahora qué pude hacer lo mío
Será hasta el final mi abrigo
Y cuando mi cuerpo me abandone
Vagara mi espíritu entre andamios camerinos y tinglados
Porque fue mi Dios el espectáculo
Y viví a través de los aplausos