En un hueco fértil, lentamente
Un sutil e ingenuo brote se despierta
Brindándose al amor cual puerta abierta
Que recibe sabiamente
Tan hábil, tan fugaz, tan simplemente
Insiste en entregársele a la vida
Con un mágico toque que lo guía
A la osadía de su suerte
Un soplo de verdor en su capullo
Y un colibrí lo besa en primavera
La libertad es para quien la quiera
Es para quien la quiera con orgullo
Alzándose a la luz miro el paisaje
Al límite fatal de la existencia
Su flor con su color cubrió la ausencia
Cubrió la ausencia con coraje
Y oculta el cielo mientras atardece
La mano del final que al tallo aferra
Lo arranca de raíz con todo y tierra y así, y así y así
Desaparece