Mientras el duerme sin vergüenza
Entre sus sueños sin tristeza
Le va aflorando de sus venas
Tantas mentiras en sus piernas
Yo no sé porque lo quieren tanto
Si al final es sólo un petardo
Que se ufana de creerse un santo
Es bien claro que a su entierro nadie irá
Tanta miseria deja al paso
Marchita el viento del ocaso
Es un cobarde vinculado
A no dar cara ni hablar claro.
Santa María que está en la tierra y el cielo
Hazme el favor lo castigas dejándolo bien ciego
Y que le duela un pulmón hasta caerse muerto
Y no consiga perdón ni vuelva del infierno