El río va bocabajo burlando troncos y cerros
y el agua es sombra tranquila timoneando en el silencio.*
Una gaviota (hacia Niebla) grita su canto de invierno
y en la ribera se ahoga la sombra sucia de un perro.
Un bronco motor emerge
desgarrando
un ruido nuevo.
Luego brotan de la sombra dos
convoyes madereros.
Valdivia entera se duerme en un dulce sueáo espeso.
Hacia Las Ánimas zumban sordos los aserraderos.
Dos amantes se reparten puente y río con los dedos
y un guardia oscuro vigila los avatares del viento.
Y abajo, en Corral, la noche del mar
ahoga un lamento
y en su corazón salino flotan
marinos y muertos.**
Yo permanezco tranquilo con las manos en los remos
y un pitillo reluciente sangrando bajo el sombrero.
Me cansa mirar el agua porque están tus ojos dentro.***
La oscuridad de la altura no me libra del lucero.
No quiero tocar tu tierra y me alejo río adentro,
no quiero tocar el aire
y en gruesa manta me envuelvo,
no quiero morder tu nombre
y fumo y fumo en silencio
pero de todo me asaltas porque en todo
estás viviendo.
Los martillos van labrando los juncos de tu cabello.
El viento canta en tu boca,
el río brilla en tu cuerpo,
y en cada nombre que nombro
salta el tuyo como un beso.
Pero en tu pecho cruzado
por ríos turbios y fieros
flota olvidado en la noche
mi nombre
como
un madero.
* En la versión del disco Patricio Manns en Chile omite la y inicial de la frase.
** En todas las versiones posteriores a 1971 dice: navíos y muertos
*** En Canción sin límites dice: No quiero mirar el agua porque están tus ojos dentro. En Porque te amé dice: No quiero tocar el agua porque están tus ojos dentro.