(Sirilla. El texto alude a tradiciones de la Isla de Chiloé. Según la brujería chilota el brujo el nochero necesita para ejercer sus poderes un macuє, que es un chaleco hecho de piel de un muerto. La piel está sacada del pecho del cadáver, por lo cual el nochero también es apodado pelapechos. Raiquén es el nombre local del búho en el que se suele transformar el brujo)
Malay, mi teje'ora se me ha perdí'o,
se me ha perdí'o.
Dicen que un pelapechos por ella vino,
por ella vino.
Voló con su macuá
el brujo maldito para Tenaún.
Yo vine hasta Dalcahue por el camino,
por el camino
y ahí estaban los telares y los choapinos.
Pero para Quinchao
con ese nochero ya se había vola'o.
Cerquita de su casa cantó el raiquén,
cantó el raiquén
y vieron una sombra,
¿quién sabe quién?
¡Malay, en mala hora
se fue ese nochero con mi teje'ora!