para todos la patria o para nadie
Decía escrito en tiza
En la muralla,
Donde estaba su muerte
Floreciendo.
De allí se la llevaron
(flor de sangre);
El tejado volvió a ser
El tejado.
Y el que canta nubló
Sus ojos grises.
Ya nadie sabrá nunca
Su alto nombre,
Nadie verá el candado que cerrara
Su hambrienta
Boca
Suave,
Sus pupilas.
Nadie el lugar
De la ciudad enferma,
En que sembraron bajo dulce
Tierra
Su honor ensangrentado
Y su coraje.
Pero veremos
Florecer segura
como vieja
Escritura renovada
Por las tenaces tintas
De la sangre
Su primavera
Muerta
En el tejado
El once de septiembre
(a mediodía),
El once de septiembre
(bajo el humo),
El once de septiembre
(a sangre llena).
Recuérdalo.
Recuérdalo.
Recuérdalo.
Recuérdalo.
Con odio.
Con amor.
Recuérdalo.