Ay, ojos de mi cara que me traicionan:
Vieron una paloma y era una loba.
Quise calmar la sed en tu frescura,
Más fresco es el desierto que el alma tuya.
Eres un cruel rosal, negra querida:
Para otros puras rosas, para mí espinas.
Tú querías hacerme tu prisionero,
Ya cerraste las rejas, mírame al menos.
Esta vez sí ha aprendido mi corazón
Que cuando está florido llega el dolor,
Que cuando está florido llega el amor,
Beso de espino.