Soy de una tierra hermosa
De América del Sur,
En mezcla gaucha de indio con español.
De piel y voz morochas
Vi en mi guitarra
Que al mundo van las coplas
Y me fui yo.
Con un rumor de nido
Volaban tras de mí,
Aquellos pañuelitos en la estación.
Pero soy peregrino
Y a mi nostalgia
Le canto así en la oreja del corazón:
Vamos a la distancia, sí,
Que soy el trovador,
Si la distancia llama,
Yo jamás veré ponerse el sol.
Vamos a la distancia, ya,
Y si no llego, amor,
Vos le darás mi alma
De argentino y de cantor.
Mi casa es donde canto
Porque aprendí a escuchar,
La voz de Dios que afina en cualquier lugar,
Ecos que hay en las plazas
Y en las cocinas,
Al borde de una cuna y atrás del mar.
Si en esta andanza un día
Me espera la vejez,
Ya mi niñez le hará la segunda voz,
Y al fin con dos gargantas
A mi agonía,
Le cantaré en la oreja del corazón: