En un mundo oscuro, me hacía daño el corazón
Palabras crueles, noches sin compasión
Miradas burlonas, risas sin perdón
En este laberinto, perdido en la confusión.
Pero no puedo rendirme, no puedo callar
Porque hay una luz en mí que brilla sin cesar
Y cada paso que doy, cada lágrima que cae
Es un mensaje al mundo, es mi voz que no se va.
No me voy a esconder, ni me voy a detener
Porque cada ser en este mundo merece florecer
Vamos a unirnos todos, cambiar nuestra actitud
Que en cada corazón crezca el amor y la virtud.