Yo
que subo a pie por esta dura pendiente,
que no recuerdo donde está Dios presente,
que de palabras he llenado el silencio,
buscando el sentido de un abandono.
Yo
que tomo el tren sintiendo su traqueteo,
para pensar en un futuro que espero,
aunque este viaje me ha ofrecido otras manos
y tú te has quedado.
Cuánto pesa en mí esta ausencia
esta falsa indiferencia,
desmonta mis hábiles
frágiles
gestos de apariencia,
ciertas veces la distancia
hasta puede ser violenta,
pasa mis límites
físicos
y no me da esperanza.
Y estoy aquí
en ti,
y estoy aquí
por ti,
me quedo aquí
así
porque tú estás
aquí.
Yo
girando en un adiós inútil, vacío,
como una iglesia excomulgada que ya
no da respuestas, que blasfema entre dientes
en noches que pierdes
te quiero, porque
Yo
bajo del tren en este viaje no mío,
y los chirridos son como un desafío,
a esta estación puedes llamarla \"perdona\"
tú puedes ahora.
Lento estrecharé tus manos
son gaviotas que volando
muy lejos escaparían
de una idea
ya no habrá prisiones,
si te inclinas en mi cuerpo
que se agita, inquieto y tenso,
jadeas y dices sí
ya estarás
donde yo pretendo.
Y estoy aquí
en ti,
y estoy aquí
por ti,
me quedo aquí
así
porque tú estás
aquí
y estoy aquí
y estoy aquí
oh
por tí.
Corre el día como un telegrama
ves
pasar las horas como una condena
crees
y todas tus protestas
ahogaré
con esta boca.
El pasado no me miente
es un robo a mi presente,
por eso relájate
abrázame
abre bien la mente.
Y estoy aquí
en ti,
y estoy aquí
por ti,
me quedo aquí
así
porque tú estás
aquí.
Y estoy aquí
y estoy aquí
me quedo aquí
porque tú estás
aquí.
Y estoy aquí.