Chiquillo que sonríes cuando yo sonrío,
en esos mil caminos de la vida
sé astuto elige la salida,
que esté cerca de Dios, cariáo mío.
Escríbele en el agua bellas poesías,
ama a los animales y a las flores,
y roba al cielo todos sus colores,
y ponte rojo tras una mentira.
Hazte duro,
asómate prudente
como un hilo de hierba,
y escucha al viento
lo que te dirá,
seguro de tu gran fragilidad.
Ingenuamente hazte duro,
da siempre todo
a quien jamás daría nada,
haz de tu corazón tu salvavidas
si te roza un soplo de infelicidad,
hazte duro y tómate la vida como va.
Cuando tengas miedo de la oscuridad,
toma la luna y cuélgala de un hilo,
crece, mas permanece un poco niáo,
y con el mundo entero jugarás.
Se astuto, y suena lo imposible,
busca un amor pequeáo y de gigante,
que sea mucho mas fuerte que la muerte,
y cuando tu lo tengas junto a ti.
Hazte duro,
no comas como yo
de un fruto agrio, amargo,
que yo mordía
y luego lo escupía,
hundiéndome en el mar de mi agonía.
Que se hace grande y mira al fondo
de aquellos ojos que no comprendían nunca,
que se callaban todo como tú.
Y si un día se te marchan como un río,
hazte duro,
y no les dejes ir, pequeáo mío,
hazte duro,
y no les dejes ir, pequeáo mío.