1
<<De tu cántaro dame, dame tú de beber>>,
A la samaritana, dijo un día Jesús.
<<¿Por qué, siendo judío me diriges la voz?>>
IIRespondió con vehemencia la mujer
Que ignoraba la grandeza de Dios.II
2
<<¡Oh! Si tú conocieses este don que es de Dios
Y quién viene a rogarte que le des de beber,
Quizá tú pedirías y Él podríate dar
IIAgua más deleitosa, que en los
Pozos terrenos no podrás encontrar>>.II
3
<<Quien bebiere de esta agua volverá a tener sed.
Mas aquel que bebiere de la que le daré,
Para siempre declaro que más sed no tendrá;
IIMas será en Él la fuente que para
Vida eterna con poder saltará>>.II