1
Hay un lirio que habita en los valles,
En los valles del huerto de Dios.
Ese lirio es Jesús, el dueño de mi amor;
Ese lirio es vida al corazón.
CORO:
Como el manzano crece en los prados,
Así crece mi Amado en mi ser.
En su sombra una vez, mi calor refresqué;
Desde entonces soy feliz con Él.
2
Es la voz de mi Amado tan dulce,
Que al oírla yo gozo de amor.
Una vez mi Jesús a mi alma habló;
Desde entonces conozco su voz.
3
¡Oh qué hermoso es mi lirio escogido!
Para Él tengo esta dulce canción.
Hoy yo quiero cantar y a Cristo esperar
Cuando Él venga, su Iglesia a buscar.
4
<<¡Oh levántate!>>, dice mi Amado,
<<El invierno ha pasado ya>>;
En su dulce canción, dice a mi corazón
Que a su Iglesia Él viene a buscar.