Esas manos que me llevan
por las calles de la vida
esa cara que me obliga
a mirarla de rodillas
Sólo hay una, sólo hay una
O tú, o ninguna
Esa voz que me aconseja
no creer en las sonrisas
ese pelo que me cubre
como lluvia de caricias
Sólo hay una, sólo hay una
O tú, o ninguna
O tú, o ninguna
no tengo salida
pues detrás de ti mi amor
tan sólo hay bruma
Si no existieras
yo te inventaría
como el sol al día
o tú, o ninguna
Esa que de puro honesta
en el fondo te molesta
esa que te admira tanto
que te obliga a ser un santo
Sólo hay una, sólo una
O tú, o ninguna
Confidente de mis sueáos
de mis pasos cada día
su mirada mi camino
Y su vida ya mi vida...
O tú, o ninguna
no tengo salida
pues detrás de ti mi amor
tan solo hay bruma
Si no existieras
yo te inventaría
pues sin duda alguna
o tú
o tú, o ninguna
o tú, o ninguna