Con el dorado azul de la tarde
Llega mi soledad
Me vuelve a recordar
Que en algún lado estás
Entre sus brazos duerme un deseo
Que seas muy feliz
Que no daría yo
Por verte al sonreír
Y recordar la alegría de conocerte
Quiero decirte que mi vida fue quererte
Y en mi corazón siempre estarás
Porque de vos aprendió qué es amar
En su interior está grabado tu nombre
Y hay un altar a tu recuerdo, tu rincón
Guardo en el alma, vivo, el aroma
De tu vergel de amor
¿Cómo pudo secar
Mi frío su color?
Pero en mi pecho, casi desierto
Blanca quedó una flor
Que aunque ya no está el sol
Nunca se marchitó
Tal vez el tiempo quiera hacernos amigos
Para no disimular el cariño
Que en mi corazón siempre estará
Porque esa flor no se puede cortar
Crece más fuerte enraizada en tu nombre
En ese altar a tu recuerdo, tu rincón