¡Vamos muchachos, otra vuelta!
Que mi alma está contenta
y yo quiero olvidar.
Todos conocen la mentira
de esta falsa alegría
que en copas quiero ahogar.
Ella, ella sólo es la culpable,
ella, nadie más y ya lo saben.
Ella, con sus ojos y mis penas
son la causa y la condena
de este amor que no es amor.
Este amor,
que se ha clavado en mi amargura.
Este amor,
que hay adentro mío, es mi tortura.
Muchas veces,
me parece que la olvido
y es extraáo
ella vuelve y despierta mi ansiedad.
Flor de noche,
que mi vida ha destrozado
si me siento encadenado
cada vez te quiero más.