Mi hija, quédate conmigo un rato
Por que andas arrastrando eso desdicha?
Espérame un memento y te desato
Pero, qué enredo te has puesto, muchachita!
Qué amargos son los hechos que adivinas!
Qué oscura es la ronda de tu recuerdo!
Y en cuanto a tu corona de espinas...
Te queda bien, pero la pagara;s muy caro...
Con tu mirada de fiera ofendida,
Con tu vendaja donde herida no hay,
Con tus gemidos de madre sufrida,
Espantara;s a tu ultima esperanza.
Haz de tu puno algo carinoso
Y haz de tu adios un Hay mi amor!
Y de tu ceno una sonrisita
Y de tu fuga un Ya voy! Ya voy llegando!
Mi hija, qué pena me da de verte!
Dejando olvidado a tu cuerpo
Muy lista, pobre boba, a dedicarte
A la eterna disección de un pecadillo.
Mujer desnúdate y estate quieta
A ti te busca la saeta
Y es el hombre, al fin, como sangría
Que a veces a salud, a veces mata...
Y es el hombre, al fin, como sangría
Que a veces a salud, a veces mata
Con tu mirada de fiera ofendida,
Con tu vendaja donde herida no hay,
Con tus gemidos de madre sufrida,
Espantara;s a tu ultima esperanza.
Haz de tu puno algo carinoso
Y haz de tu adios un Hay mi amor!
Y de tu ceno una sonrisita
Y de tu fuga un Ya voy! Ya voy llegando!
Mi hija, qué pena me da de verte!
Dejando olvidado a tu cuerpo
Muy lista, pobre boba, a dedicarte
A la eterna disección de un pecadillo.
Mujer desnúdate y estate quieta
A ti te busca la saeta
Y es el hombre, al fin, como sangría
Que a veces a salud, a veces mata...
Y es el hombre, al fin, como sangría
Que a veces a salud, a veces