Eres alta y delgada como tu madre, morena, salada, como tu madre. Bendita sea la rama que al tronco sale, morena, salada, que al tronco sale. Todas las noches estoy niña pensando en ti; yo de amores me muero desde que te vi, morena, salada, desde que te vi. Eres como la rosa de Alejandría, colorada de noche, blanca de día.