A la una, andaba la mula. A las dos, la coz. A las tres, brinquitos de San Andrés. A las cuatro, brinco y salto. A las cinco, salto y brinco. A las seis, cabeza de buey. A las siete, salto y planto mi gran caperucete. A las ocho, lo recojo. A las nueve, empina la bota y bebe. A las diez, borriquito, borriquito es. A las once, llama al conde con campanillas de bronce. A las doce, le responden: ¿qué quiere usted, señor conde, azote, lique o culá? A las trece, amanece. A las catorce, anochece. A las quince, salto con mis dedos meñiques.