El ladrón se vio perdido en soledad y confundido entre luces y oscuridad. El ladrón buscó un lugar para descansar y calentar el frío tiempo de la ciudad. Y cuando el sol se viste de gris se acaba el mundo para el infeliz que vive solo, sólo en su mundo de copas de anís. Vive apoyado en la barra de un bar con lo que roba en cualquier lugar. Todo le sirve a este ladrón sin piedad. Me da igual quitarle a un pobre como al que más, no disimulo ante el qué dirán, de verdad. Sé que no soy como otro tipo tan profesional que traza planes y saquea una sucursal. Pero seré un tipo normal cuando el dinero esté a rebosar y bien guardado bajo la funda de un sofá. Cuídense bien, les puedo robar. No sé si es vicio o una enfermedad, pero disfruto siendo un ladrón sin piedad. Cuídense bien, les puedo robar. No sé si es vicio o una enfermedad, pero disfruto siendo un ladrón pero disfruto siendo un ladrón pero disfruto siendo un ladrón sin piedad.