Qué me importa el Calvario si amarte es sufrir, o que juegues con cartas marcadas. Lo que importa es las noches pasadas en tí, aunque a cambio me rompas el alma. ¡Qué me importa la vida! ¿De qué sirve vivir si me falta tu cuerpo caliente? Lo que importa es tocarte y apagar esta sed, que tan sólo me apaga tu fuente. Que sin tí nada tiene valor, y por eso soy tuyo, esclavo y señor. Cosas del amor, cosas de la vida: Tú eres mi águila real, yo soy tu gacela herida. Cosas de tu carne, cosas de tu piel, que me arrastra por las olas como barco de papel. Cosas del amor, cosas de la vida: tú me haces el dolor y me curas las heridas. Cosas de tu cuerpo, cosas de mi voz predicando en el desierto de tu absurdo corazón. ¿Para qué quiero aire si respiro de tí? ¿Para qué quiero luz ni ventanas? Si me basta sentirte amarrada a mi piel, y saber que a tu modo me amas. Qué me importa esperarte una y mil veces más si al final tú me inundas el tiempo. Lo que importa es mirarte en silencio y saber que tal vez sin tenerte te tengo. Que sin tí nada tiene valor, y por eso soy tuyo esclavo y señor. Cosas del amor, cosas de la vida: Tú eres mi águila real, yo soy tu gacela herida. Cosas de tu carne, cosas de tu piel, que me arrastra por las olas como barco de papel. Cosas del amor, cosas de la vida: tú me haces el dolor y me curas las heridas. Cosas de tu cuerpo, cosas de mi voz predicando en el desierto de tu absurdo corazón.