Conocí aun joven como vos y como yo, él estaba en un mundo donde era el mejor. Las drogas lo llevaron a cometer un gran error, pero el robar para él se convirtió en una diversión. No, solo no estás, tienes que escapar, de tu soledad. No tienes que fingir más que eres feliz. Si, puedes cambiar. El mundo esperándote está, vuelve a la realidad, Jesús contigo está, volvé a Cristo. No encontraba nada que le quite su adicción, le pedía muchas veces que pensara solo en Dios. Recuerdo tantas cosas que este joven me contó, pero nunca olvidaré su propia y triste confusión.