No me pidas disculpas por decirme lo que tú sientes, no te guardes los fuegos que te queman por dentro y van menguándote el alma. No te arrepientas, no lo hagas dulce que me amargas más, deja que el viento sople allá donde quiera soplar. Ya nos veremos y nos contaremos como ha ido nuestro caminar, me lavaré la carita en la fuente y pasearemos nuestra libertad. No te resignes a quedarte con lo que quedó, a sentir un dolor que te sobra del corazón. Ha sido bello, muy bello, casi tan bello como tu sonrisa, ha sido cierto, tan cierto... pregúntale a mi lágrima en tu almohada. Pregúntale a esas noches de primavera, que seguro te dirán que si. Que ha sido bello, muy bello, aunque mis labios ya no pidan nada, ha sido cierto, tan cierto, que ya no acierto a ver por qué es de noche. Derretiré el glaciar que llevo en mi alma y quizás te encontraré de nuevo. No me pidas disculpas... No te resignes a quedarte con lo que quedó, quedan futuros que quizás te arroparán mejor que yo. Ya nos veremos y nos miraremos y una sonrisa nos dibujarán, amainarán tus ojos y los míos por encima de la tempestad. No me sorprende, me parece que esto ya lo he vivío yo, que me sonaba tu cara, sonaba a que se acabó. Ha sido bello, muy bello...