Qué triste se ha puesto mi alma al saber que ya no me amas que pobre iluso he sido yo teniendo mi vida engañada Soñé con llevarte al altar que fueras mi esposa, mi amada mi dulce gacela adorada qué hicistes con mi pobre alma Yo me quise morir cayendo de rodillas llorando como un niño y sin tener consuelo le he preguntado al cielo, ay, porque esté castigo que me mata por dentro, contéstame, Señor Si sabes que la amo y le he entragado todo hasta mis días contados que no sé cuantos son sé que no me conviene que no es tu voluntad ayúdame a aceptarlo porque no puedo más Tú sabes que la amo, sabes que la amo pero ella no me ama, ella a mí no me ama ayúdame a olvidarla, ayúdame a olvidarla porque ella no merece que le entregue mi alma Y con tu ayuda yo la olvidaré porque solo yo no puedo Tú sabes que la amo, sabes que la amo pero ella no me ama, ella a mí no me ama ayúdame a olvidarla, ayúdame a olvidarla porque ella no merece que le entregue mi alma Mi alma II No puedo olvidar tu belleza tu rostro de niña callada y aquellas caricias tan tiernas que con tanto amor tú me dabas A nadie adoré como a ti con un amor lindo y tan puro con un sentimiento sincero mala suerte la mía, no puedo Olvidar aquellos momentos de pasión y donde al culminar suspirabas en mi pecho y yo te contemplaba quedando hipnotizado en esos ojos grises que hoy no me esten mirando He quedado sin vida por qué te la llevastes pero al final la tengo porque pude entender que no eres la mujer que va a hacer muy feliz a este pobre hombre que se muere por ti Tú sabes que la amo, sabes que la amo pero ella no me ama, ella a mí no me ama ayúdame a olvidarla, ayúdame a olvidarla porque ella no merece que le entregue mi alma Y con tu ayuda yo la olvidaré porque solo yo no puedo Y tú sabes que la amo, sabes que la amo pero ella no me ama, ella a mí no me ama ayúdame a olvidarla, ayúdame a olvidarla porque ella no merece que le entregue mi alma Tú sabes que la amo, ay, que la amo ayúdame a olvidarla, ayúdame a olvidarla porque ella no merece que le entregue mi alma Tú sabes que la amo, la amo...