Me acostumbraré a vivir sin el no lo esperaré a la hora de cenar. Y me acostumbraré a la cama tan ancha y leeré algún libro para olvidar sus charlas y no pensar en nada. Y me acostumbraré a recordarlo cada noche y me acostumbraré a que no sea más mi hombre y me acostumbraré y me resignaré a quererlo para siempre y serle fiel y me acostumbraré y me acostumbraré porque ya no ha de volver porque ya no ha de volver. Me acostumbraré a no ser más dos cuando sin querer prepare otro café y me acostumbraré a hablar con su retrato y a no esperar que vuelva a calmar su cansancio al fin de la jornada. Y me acostumbraré a recordarlo cada noche y me acostumbraré a que no sea más mi hombre y me acostumbraré y me resignaré a quererlo para siempre y serle fiel y me acostumbraré y me acostumbraré porque ya no ha de volver porque ya no ha de volver. Me acostumbraré a vivir sin el no lo esperaré a la hora de cenar.