Saliste ya mil veces de la pista a respirar a reclutar, bien maquillado y ocultando tu lunar. Un día el bote volcó y el premio a pique se fue. Todos te daban por muerto y vos allí en mi remolque sin luz, como un polizón. Mirá qué tipo espeso sumiso como un guiso más un vago de mil caravanas a punto de quedar a pie. Fundiendo plomo lográs chorros de oro cochino en besos de lo más desnudos pero el café con tu suerte se enfría en mi mesa fría. Salando las heridas jodiste a todo Cristo y más... a boluditos de la luna y tipas porno-nazi look. Tu lengua se derrite en modas de la rabia de hoy cuando enfermás con tanta gana cerrás las filas del dolor. Apuntamos a tu nariz hundimos tus pómulos y vos resplandecías no te quedó sueño por vengar y ya no esper s que te jueguen limpio nunca más.