Pituca cree que es el mejor, el mejor culo para su sillón y sabe bien que hoy su chance es gorda. Le ha puesto, al fin, su nombre al toallón; compró marfiles de la selva del Congo y en su coco siempre hay un petardo. Rodeado de grandanesas que se salen de la blusa con bestial dulzura, rouge y risas de Barón B, así Pituca se la cree... Aún ayer no ligaba el amor y no enceraba nunca el bastón su boca olía como un cenicero. Tuvo un golpe de audacia y se dio de timbero fogoso y feroz, de los que nunca muestran todo el mazo. Y hoy come la gran manzana y no deja ni pepita, usa sal de melodrama, pero sin abusar. Y así Pituca se la cree...