Lastima bandoneón, mi corazón... tu ronca maldición maleva. Tu lágrima de ron me lleva hasta el hondo bajo fondo, donde el barro se subleva... Ya sé... no me digas... Tenés razón la vida es una herida absurda, y es todo, todo tan fugaz, que es una curda - nada más!- mi confesión!... Contáme tu condena, decíme tu fracaso, .... no ves la pena que me ha herido?... Y habláme simplemente de aquel amor ausente tras un retazo del olvido... Ya sé que me hace daño!... Yo sé que te lastimo llorando mi sermón de vino!... Pero es el viejo amor que tiembla, bandoneón, y busca en un licor que aturda, la curda que al final termine la función, corriéndole un telón al corazón!... Cerráme el ventanal, que quema el sol su lento caracol de sueño... no ves que vengo de un país que está de olvido, siempre gris, tras el alcohol. Contáme tu condena, decíme tu fracaso, .... no ves la pena que me ha herido?... Y habláme simplemente de aquel amor ausente tras un retazo del olvido... Ya sé que me hace daño!... Yo sé que te lastimo llorando mi sermón de vino!... Pero es el viejo amor que tiembla, bandoneón, y busca en un licor que aturda, la curda que al final termine la función corriéndole un telón al corazón!...