Se fue quedando atrás, llena de luz, la gran ciudad. Nos fuimos a buscar hasta encontrar un pueblo chico. Queríamos nuestro amor para los dos cerca del mar Queríamos despertar bajo de un sol limpio y bonito No fue posible amar en la ciudad por mil motivos. Nadie podía aceptar que me adoraras tú hasta el delirio. Por eso te bese pensando en dios mirando al infinito. Y fuimos a parar a la orilla del mar de un pueblo chico. Ahí fueron felices nuestras vidas revolcadas de arena entre las plantas. Ahí se terminaron las mentiras Y se hablaron de Tú nuestras dos almas. No fue posible amar en la ciudad Por mil motivos. Nadie podía aceptar que me adoraras tú hasta el delirio. Por eso te bese pensando en dios mirando al infinito. Y fuimos a parar a la orilla del mar de un pueblo chico.