Quiero unas alas para llegar donde dejé el sendero, donde levantar mi casa cerca del cielo. Quiero una copa llena de vino, quiero a mis compañeros para brindar por la libertad de mi pueblo. Y pelearé si eso es necesario y mataré si debo, mi nombre llegará donde sopla el viento. Quién me enseño esta resignación, quién fusiló mis sueños, un águila que pocos toman en serio. Y los traidores de este lugar, reino de hambre y de miedo, tendrán que soportar la ira de los pueblos. Sepan que no descansaré que romperé los suelos, para sembrar la semilla del mundo nuevo. No mires alrededor, no busques consuelo, no pensés en lo peor si ya estás cerca del cielo. Hoy tus ojos pueden ver horizontes nuevos y el silencio hizo estallar los muros del encierro.