Insomne, pues soñaré despierto, que es algo así como dormir con un ojo cerrado y otro abierto. ¡En fin, que yo qué sé! que no me quitarán el sueño, ¡que no!. Y dónde no hay de todo y todos son todos, o la desquiciante falta de sexo enrevesa mis días y mis versos. Si no sé ¡pués aprendo! y si falta me lo invento, ¡como que hay Dios! Y que a nadie falte pan, vino, carne, o alguna esperanza; la mano de un amigo o en el peor de los casos un tiro de gracia. Que se abran las calles, que corra el aire, balcones en par. Saldré a saludar la nueva mañana en pelotas si las polillas dieron cuenta de mi viejas ropas ya. Que se abran las calles, que corra el aire. Dime si me escuchas o esperas pa meter baza a que acabe de hablar. Mis palabras son aliento de azufre de boca ajena. Sé que tengo algo que decir, está en la punta de la lengua afilada, demasiada sangre pa encima lápiz por espada. Aunque, por otra parte, el limbo es un aburrimiento mortal. Que se abran las calles, que corra el aire, balcones en par. Saldré a saludar la nueva mañana en pelotas si las polillas dieron cuenta de mi viejas ropas ya.