De niño no fue a la escuela porque le quedaba lejos, lo enseño a leer su abuelo, como recuerda a su viejo, que chulada aya en la palma, ese niño era travieso. Su infancia fue de ranchero, de eso presume orgulloso, comprando chivas lecheras, aya empezó su negocio, miren como son las cosas, ahora es hombre poderoso. No voy hablar del pasado, les hablare del presente hoy es un hombre importante, lo aprecia mucho su gente en el rancho aya en la palma el viejo se sonrie al verle. Con un conjunto norteño siempre sera recibido, con una banda tocando sus canciones y corridos, que retumben la tambora, que disfruten sus amigos. Su nombre no se motivo, y esta vez habra mentarlo es persona muy humilde, y muy sencilla y tratable, amigos tengan cuidado no vayan a traicionarle. Ya con esta me despido y no tardo en regresar, pa' que canten los cachorros se les pelo baltazar y el corrido de los sanchez tambien le gusta escuchar.