Ay, lo que va murmurando, muchacho tu enamorada! Que se te escapa la vida tirado sin hacer nada. Que fuiste un día a pescar, y se te olvidó la caña, ¡Cómo te van a picar! Sin caña fuiste a pescar y te quedaste colgado mirando el agua pasar. Responde malhumorado: Será porque siempre he estado yo del lado del pescado que nunca había pensado que el pescado fuera a estar del otro lado. Y le hace un guiño a su novia que se pone colorada mientras sigue golpeando la colada