Como un tatuaje desteñido me iré borrando de tu piel, se irá mi última caricia decolorando, mes a mes. Dirás que fue la medianoche, dirás, la luz de aquel color, y en un segundo de descuido recobrarás mi corazón. Hay un dolor abandonado en el rincón de nunca más, una pasión de utilería, que ya no sirve recordar. Dirás que fue la madrugada, por la ventana el resplandor, y en un segundo de desvelo comprenderás esta canción.