Hilda y el hermano viven en el barrio hace mucho tiempo Hilda y el hermano viejos desde siempre le ganaron a la muerte Día tras día recorren por el templo los caminos de cretona y alcanfor Las persianas siempre bajas y el altar iluminado por los rayos azules del televisor Hilda y el hermano por las tardes de banqueta en la vereda Hilda y el hermano custodian las sombras de la cuadra entera El hermano de Hilda quedó viudo muy joven Y unió en su alma amor y horror Hilda siempre fue muy virgen y su vida consagró antes a papá y ahora a su hermano Hilda y el hermano celebran noche a noche el rito de las sopas Hilda y el hermano de túnica, batón, pijama, un par de ojotas En el 57 cambiaron la heladera, en el 62 llegó el gas natural Y desde aquel entonces, hace algunos años, ya no se los vio nunca más Hilda y el hermano no son de este planeta y lo saben Hilda y el hermano han vuelto a las tinieblas abrazados